La historia de la justicia Chilena, previa al actual ciclo de reformas, nos muestra cómo se ha ido acogiendo progresivamente la opinión técnica de los profesionales de las Ciencias Sociales. Ejemplos de este largo proceso son la incorporación de Asistentes Sociales en los Juzgados de Letras de Menores, el aumento gradual de los requerimientos de pericias de psicólogos y trabajadores sociales, entre otros expertos, como parte de la producción de medios de prueba en causas de múltiples materias, y la participación de profesionales en la ejecución de programas orientados a la protección
de la infancia y la rehabilitación psico-social de jóvenes y adultos infractores de leyes penales.
Sin embargo, a partir de la creación de los Tribunales de Familia, por primera vez se genera al interior del Tribunal una instancia de equipo asesor del Juez, en lo referente a temáticas psicosociales que intervienen en forma relevante en estos procesos judiciales.
Es oportuno señalar desde ya, que el equipo docente de Iceph considera que la creación de los Consejos Técnicos como parte de los Juzgados de Familia constituye una gran oportunidad para consolidar la presencia de las distintas disciplinas de las Ciencias Sociales en el ámbito de la administración de justicia. Eso porque la asesoría directa del juez en materias psicológicas y sociales constituye un plus que debería necesariamente derivar en una mejora significativa de las respuestas que otorga el sistema judicial a las familias chilenas.
Por otra parte, simultáneamente esta oportunidad de avanzar en la validación de las disciplinas del área social genera amplias expectativas en diversos sectores, que van desde los funcionarios del propio Poder Judicial y otros representantes del Estado que han apostado por esta integración de la “mirada psicosocial”, hasta la comunidad de usuarios actuales y futuros del sistema de Justicia de Familia, que depositan su fe en la competencia e idoneidad técnica de los profesionales que participan de la nueva Justicia, incluidos los miembros de Consejo Técnico. La frustración de estas expectativas aparece como una gran amenaza para la validación de las disciplinas de las Ciencias Sociales.
